Jesed

Jesed implica ayudar al prójimo sin esperar nada a cambio. No se trata solo de ayuda material, sino de toda clase de favores que uno realiza para los demás.

El efecto búmerang implica que cada vez que uno extiende su mano a su alrededor, el universo la extiende hacia él. Esta ley de reciprocidad es probablemente tan natural como la ley de la gravedad. Siempre que antepongas a otra persona, el universo hará lo mismo con vos. Mientras más des, más recibirás. Esto que parece una paradoja, es natural.

Todo aquel que muestra compasión para con su compañero, es recompensado con Olam Avá (mundo venidero)". Esta verdad ancestral que ha sido enseñada a nosotros mediante la tradición judía está siendo reafirmada por psicólogos, físicos, psiquiatras y científicos. La práctica de la amabilidad enriquece muchas vidas.

Profesionales médicos están probando científicamente que la práctica de la amabilidad es saludable. Genera felicidad. Promueve el fortalecimiento del sistema inmune. Nos libera del estrés y la ansiedad. Puede aliviar nuestro dolor.
Dar, nos libera. Nos calma. Nos da significado a nuestras vidas. Actos de altruismo y amabilidad son parte de nuestro propósito en la vida porque transforman el mundo y lo tornan un lugar más seguro para vivir.

Los actos de amabilidad nos dan esperanzas: la esperanza que, en la eterna lucha entre el bien y el mal, entre la decencia y la crueldad, la bondad y la decencia prevalezcan. Cuando hacemos jesed, ayudamos a que el mundo se convierta en un lugar seguro, pacífico y agradable.

El jesed nos recuerda el sentido de la vida.
El jesed es la fuerza más grande en el mundo.
Puede acabar con el enojo y el miedo y transformar enemigos en amigos.
Desarma las barreras y crea unidad y amor.
El jesed es la principal respuesta para la sociedad y la mejor terapia para los individuos.
Los sentimientos de amor no siempre crean actos de amabilidad.
Pero los actos de amabilidad siempre crean sentimientos de amor.
El jesed infunde una vida con sentido.
El jesed crea luz, en donde hay oscuridad.
Brinda esperanza, en donde hay desesperación.
Da calidez y conforta en donde hay aflicción.
Alimenta el espíritu que se siente vacío.
Provee dignidad humana, en donde reina la vergüenza.
Provee alegría en donde hay tristeza.
El jesed provee amor en donde existe aislamiento.

El jesed hace que cada cosa que toca sea sagrada y santifica la vida.

Los actos de bondad nunca son olvidados.
Siempre nos diferencian.
El jesed en general bendice al receptor.
Pero el jesed siempre bendice al que lo practica.

El efecto búmerang del jesed es tan poderoso que puede literalmente transformar nuestras vidas.

El mundo se construye sobre el Jesed

Rabi Iojanan dice: "Jerusalem se destruyó solo por una cosa: sus habitantes decidieron casos acorde a la ley de la Torá". ¿No habrán decidido, en cambio, casos de acuerdo a la ley de la tiranía? La guemará explica esta afirmación de la siguiente manera: "Jerusalem fue destruída porque limitaban sus decisiones al sentido literal de la Torá, y no realizaban actos que iban más allá de la ley" (Lifnim mishurat hadin) Bava Metzia 30 b.

El Jesed sostiene al mundo. Es el cimiento de una sociedad. Sin el Jesed, la sociedad se desintegra. Basándose solo en el sentido literal de la Torá lleva a la ruina. La destrucción de Jerusalem no fue un castigo retributivo. Fue una consecuencia natural. Una sociedad completamente legalista, en donde no se practican actos de altruismo, no puede simplemente existir.

El rechazo del jesed, basándose solo en el sentido literal de la ley es caracterizado por algunos como el rasgo de la maldad es Sodoma. Aquellos que dicen, "lo que es mío es mío y lo tuyo, tuyo" en muchos casos podrían ser excelentes jueces. Pero, en situaciones donde se necesita su ayuda, se rehúsan a prestarla. Ellos están así asociados a Sodoma.
Aquella gente legalista, no solidaria que está obsesionada con su propio bienestar crea barreras entre ellos y sus compañeros. Estas barreras desmoronan a la sociedad.

Tal vez, esta actitud se refiere a "odio infundado hacia otros" lo que finalmente llevó a la destrucción de Jerusalem. Los sabios (Avot 1:2) nos dicen que la misericordia es uno de los tres pilares por los que se sostiene el mundo. En otras palabras, el mundo no seguiría existiendo sin gente que posea la virtud del jesed.
Durante una importante parte de la vida de la persona, él o ella depende de otros por su propio bienestar. Desde el momento en que es bebé en el cual su madre amablemente lo acuna para dormir, hasta que llega a la ancianidad y necesita ayuda para cruzar la calle, la ayuda de los otros juega un rol en su vida.

Cuando alguien está triste, él o ella necesita consuelo (existe una mitzva específica de consolar a aquellas personas que se encuentran de duelo).
Cuando alguien necesita un préstamo o un trabajo, la Torá nos dice ayúdalo.
Cuando alguien viaja y necesita un lugar donde hospedarse, la Torá nos dice sé hospitalario.
Cuando alguien está enfermo, la torá nos dice, visítalo.
Cuando alguien se casa, el judaísmo nos obliga a alegrar al novio y a la novia.

De hecho, el jesed es la piedra angular de nuestras vidas y el mundo no puede existir sin él.

El pensamiento judío está repleto de declaraciones que implican este concepto. A continuación, algunas de ellas:

El Talmud (Eruvin 86ª) explica un versículo de los salmos (61:8): " El mundo puede existir en la presencia de Di-s. El jesed y la verdad lo sostienen". El Talmud explica: "¿Cuándo puede el mundo sostenerse en la Presencia de Di-s? Cuando el jesed y la verdad lo sostienen.

Un versículo en los salmos(89:3) dice: " Porque dije, el mundo se creará sobre el jesed" El Midrash (Tehilim 89) compara al mundo con una silla de 3 patas que se está por caer. Es como si el jesed en el mundo, es la cuarta pata que evita que la silla se caiga. Esta es la visión del judaísmo que el jesed sostiene al mundo. Nos mantiene para no caernos.

Un versículo en Isaías dice: " y te cubrí con la sombra de mi palma" Los sabios (yerushalmi Ta-aanit 4:2) nos explican que la tzedaká que la persona da, lo enriquece dándole la protección de Di-s.

De acuerdo al Talmud(yerushalmi, Ta-anit), los actos de jesed traen la lluvia al mundo. Son lluvias, por supuesto, el mundo dejaría de existir.

Tan grande es el poder de la caridad que, desde el día de la creación hasta ahora, el mundo se ha sostenido por ella.

Ciertamente, el mundo está construido sobre el jesed.

El Templo de Jerusalem