El judaísmo profesa un gran respeto por los animales a punto tal que
halajicamente se puede hablar de un extenso código de leyes
bíblico-talmúdicas englobadas en el concepto de Tzahar Baalei Jaim,
evitar todo sufrimiento a los animales. Este respeto a los animales
esta fundamentado ya en el mismo comienzo de la Biblia cuando se observa
que los animales han sido creados antes que el hombres. El Talmud
ofrece varias respuestas al porque de la creación del hombre después de
animal, destacándose entre ellas la de que "si se envanece demasiado de
su grandeza se le pueda decir: los insectos nacieron antes que tú". Por
otro lado, entre los distintos argumentos para justificar el Kashrut
esta destinado a instaurar en el corazón de los hombres la visión de la
santidad de la vida, ya que dichas leyes restringen la ingestión de la
sangre y disminuyen, casi al mínimo, el dolor de las bestias al ser
sacrificadas para consumo.
Mientras otras civilizaciones se vanagloriaron de la caza mayor como
deporte, la Biblia contiene un implícito desprecio a esta actividad.
Solo dos personalidades bíblicas fueron descritas como cazadores, Nimrod
y Esaú. Ninguno de los dos era hebreo y los relatos bíblicos no los
describen precisamente como bondadosos.
La Halajá, Ley Judía, permite la caza, aunque solo por fines prácticos
como ser el de suministrar alimentos o eliminar a los animales dañinos.
La caza como deporte ha sido denostada por todas las generaciones por no
corresponder a los "caminos de los hijos de Abraham, Itzjak y Iaacov".
El famoso Albert Einstein atribuye una celebre frase a político
judeo-aleman Walter Ratenau: "Cuando se te dice que un judío sale a
cazar, sé té esta mintiendo". Otra prueba del respeto del judaísmo
hacia los animales es la prescripción bíblica de no sentarse a comer sin
haber alimentado antes a los animales, tal cual se desprende del
Deuteronomio cuando dice: "...Asimismo daré hierba en tu campo para tu
bestia, de modo que comerás y te saciaras...". Esto esta confirmado en
el Talmud cuando los sabios también opinan que el animal debe comer
antes que el hombre, ya que como dijéramos antes, fue creado con
anterioridad. El Talmud de Jerusalem dice que una persona no puede
tomar un animal o ave sin haberle preparado alimentos. Sumamente
significativo también es el hecho de que algunos de los lideres mas
importantes de Israel hayan sido pastores de ovejas, como Moisés y
David, siendo esta función descrita como una profesión pacifica y
positiva. El propio Moisés líder máximo del pueblo judío, ya fue
descrito por el Midrash como un hombre sensible con los animales, por lo
cual Di-s lo eligió para conducir al rebaño del pueblo de Israel. La
falta de piedad con los animales casi condujo a la perdición a uno de
los más grandes sabios: el compilador de la Mishná, Rabí Iehuda
Hanasi. El Talmud narra los sufrimientos y enfermedades del Rabí, por
un hecho se produjeron y por otro cesaron. Una vez condujeron un
cordero al degüello. El cordero huyo e introdujo su cabeza bajo el
sacon del Rabí a la vez que clamaba: ¡Sálvenme!, Le dijo el Rabí: "Vete,
para ello fuiste creado". Se dijo: debido a que no te apiadaste,
vendrán males sobre ti. Por un hecho cesaron, cuando una vez su
sirvienta barría su casa, había ratones a los cuales barrió. Le dijo
Rabí a la sirvienta: "déjalos, apiádate de sus actos". Se dijo: debido
a que te apiadaste, se apiadaron de ti y se curó.
En nuestros días han aparecido movimientos proteccionistas que denuncian
todos los desmanes que se cometen contra los animales. Sin embargo, la
Biblia había enunciado ya mucho antes leyes proteccionistas que
detallamos a continuación:
A- "Cuando se encontrare algún nido de pájaros delante de ti en el
camino, en cualquier árbol, o sobre la tierra, con polluelos o huevos,
estando l madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no
tomaras la madre juntamente con los hijos. Sin falta soltaras a la
madre, pero podrás tomar los hijos para ti, para que te vaya bien o para
que prolongues tus días". La Tora muestra su espíritu antidepredatorio
ya que admite que solo se tome lo necesario de la cría y no la
reproductora con lo cual se trata de mantener la cadena biológica.
B- "No ararás con Buey y asno juntos". Es obvio que el asno necesita
comprensión ya que no puede hacer la misma fuerza que el buey. Rashi
comentando este versículo dice que lo mismo debe extenderse para
cualquier tipo de dos especies en el mundo. Lo mismo vale para
conducirlos juntos o atados en el empuje o traslado de alguna carga.
C- "No pondrás bozal al buey mientras trilla". Los animales suelen
comer mientras trabajan y esta prohibido impedírselo recayendo esta
prohibición sobre todo otro animal cualquiera fuese su trabajo.
D- "Mas el día séptimo es Shabat, consagrado al Señor, Tu Di-s, no hagas
en el obra alguna tu, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu
sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna bestia tuya, ni tu
extranjero". El descanso no es solo obligatorio para el hombre sino
también para sus propios animales.
E- "Y un animal vacuno u ovino, a el y a su cría no habréis de degollar
en un mismo día".
F- "Si viereis el asno de tu hermano o su buey caídos en el camino, no
te apartaras de ellos con disimulo, le ayudaras a levantarlos"
"Cuando vieres el asno de tu enemigo que yace bajo su carga, no te
abstendrás de ayudarlo. Ayudarlo habrás de ayudar junto a el".
"Es indistinto si el animal posee una carga pesada o liviana. Hay que
ayudarlo si sufre"
El respeto religioso de evitar el sufrimiento animal prohibe matar
animales sin finalidad positiva alguna.
G- "Tus animales no cruzaras en yuntas de distintas especies; tu campo
no habrás de sembrar con mezcla de semillas".
La prohibición de cruzar animales o sembrar semillas heterogéneas esta
insinuada como un intento de modificar radicalmente la naturaleza creada
por Di-s en aquellos elementos en los cuales la Tora recalca que fueron
creados según su especie. Esto ya había sido insinuado en Génesis 1:11
cuando en la descripción de la creación, la palabra "especie" aparece
diez veces. De todas formas, estas leyes, difíciles de entender
racionalmente, pertenecen a la esfera de los jukim, preceptos cuya razón
aun no ha sido descrita explícitamente en la Tora.
De esta ley denominada Kilaim se desprende la prohibición de injertar
una especie con otra, sea de animal o vegetal, aunque esta prohibición
recae solo para los arboles comestibles. Los yuyos y otras hierbas
usadas con fines homeopáticos si pueden injertarse. Esta ley encuentra
fundamento en el orden de la Creación Divina cuando en Génesis 1:25 se
dice: "Hizo Elohim a las fieras de la tierra según su especie y a los
animales domésticos según su especie. Y vio Elohim que era bueno". El
bueno es la normalidad de las especies para no causar ninguna
degeneración biológica. El Sefer Hajinuj explica que esta prohibición
esta destinada a advertir al hombre para que este no modifique los
caminos y leyes de la naturaleza ya que "Di-s, Bendito Sea, en el
momento de la creación indico la función de cada una de las cosas
creadas para el bien del hombre".