Saliendo de Egipto

“En toda generación la persona debe verse a si mismo como si el salio de Egipto” (Hagada de Pesaj)

¿Acaso nosotros entendemos el concepto de “esclavitud”? Si no sabemos que significa estar dominado, sometido, y viviendo en condiciones inhumanas ¿cómo podemos entender el concepto de “libertad”? Entonces ¿cómo podemos sentir que nosotros mismos salimos de Egipto?

Los egipcios tuvieron miedo del crecimiento de la población hebrea, por tal razón como primera medida, separaron a los hombres de sus mujeres.

Luego Paró (Faraón) publicó proclamas por todas las ciudades que declaraban: ¡El país te necesita!

El mismo Paró comenzó a trabajar en la remodelación de las ciudades de Pitom y Ramses, esto atrajo a todos los nobles y al pueblo de Egipto a participar en la construcción. Lentamente y al cabo de 16 meses todos los egipcios desaparecieron de la obra dejando solamente trabajando a los hijos de Israel.

Se les obligo a cumplir con la misma cuota de construcción y ladrillos que hacían antes, pero ahora sin recibir salario. No solo se les obligó a devolver todo el dinero que habían ganado, también se les sometió a duros castigos en manos del brutal ejercito que Paro organizo para esclavizarlos.

Sin embargo una parte del pueblo nunca se presentó a trabajar y por esta razón no fue esclavizada, esta fue la tribu de Levi, quien proclamó que estaban constantemente comprometidos al estudio de la Tora y no tenían tiempo para trabajar. Es asombroso que Paro los dejo tranquilos y ellos permanecieron libres hasta el fin del exilio.

Los leviim habían sido instruidos por nuestro patriarca Yaacov para concentrarse en el estudio de la Tora. Yaacov estaba convencido que en toda generación debe haber un grupo selecto de personas que se dediquen exclusivamente al estudio. Esto no significa que los leviim no sentían un compromiso por la comunidad, al contrario, ellos entendían que cada cual debe realizar su función dentro del grupo social en el cual vive. Es inconcebible pensar que los obreros de la construcción se enojaran con los ingenieros que hacen la planificación teórica de la obra, porque no vienen a trabajar con ellos, los obreros entienden que sin el estudio de aquellos capacitados en planos y mediciones, no hay edificio. De esta misma forma el pueblo de Israel entiende que sin los estudiosos que ayudan al “mantenimiento y la construcción del mundo”, este no tiene futuro.

El trabajo forzado no terminaba con la construcción, los egipcios llevaban esclavos a sus casas dándoles trabajos sin limite de tiempo, labores de mujeres a los hombres, y a las mujeres labores de construcción no aptas para ellas.

No solo la parte física del cuerpo estaba esclavizada, también la parte emocional sufría inmensamente por este tipo de trabajo. Pensemos ¿qué haríamos nosotros si repentinamente nuestro jefe en el trabajo nos obliga a retirarnos de la terminal de computación, dejar nuestro puesto de Ingeniero en Sistemas para preocuparnos del aseo de la oficina, lavar los pisos y cocinarle a los empleados? ¿Que piensan que les pasaría a ustedes en este caso? Esto es más o menos lo que le ocurrió a nuestros antepasados en Egipto. ...pero me falta un pequeño detalle, en vez de volver a tu cómoda casa donde te espera tu señora con una rica cena y tus hijos recién bañados, te llevan de vuelta a un campamento de hombres con letrinas en el mejor de los casos y sin duchas, resguardado por la policía militar del condado.

Mitzraim (Egipto) viene de la palabra MEITZAR que significa estreches, los hijos de Israel estaba oprimidos, limitados, como lo dijimos anteriormente, sin la posibilidad de hacer ni de reflexionar en su propia vida. El miedo al castigo les quitaba toda posibilidad de pensar o actuar de otra forma que no sea la obligada por los amos egipcios.

En el caso de un prisionero, este puede estar encarcelado, pero a pesar de estar confinado físicamente, sus pensamientos pueden seguir siendo libres.

Al quitarle al esclavo el “yo soy”, la posibilidad de ser él mismo, la protección, llenándolo de miedo, transformándolo en uno mas, un número o algo indefinido, se le quita a la persona la libertad, convirtiéndolo en un autómata absolutamente dependiente de sus amos.

Por otro lado, al devolverle a la persona la capacidad de pensar, de actuar según sus ideas, de acuerdo a la educación que ha recibido, se le otorga la libertad.

También, MEITZARIM son los límites físicos que nos pegan al materialismo; libertad es darle al alma la posibilidad de salir y agregar a nuestra existencia la parte espiritual que le da la vida.

Después de 210 años de esclavitud Di-s LIBERA al pueblo de Israel entregándoles nuevamente la posibilidad de actuar según sus enseñanzas, según la tradición que recibimos de nuestros patriarcas Abraham, Yitzjak y Yaacov, retomando el camino que los Leviim continuaron a lo largo de este periodo y no abandonaron en ningún momento.

Recordar que fuimos esclavos no es suficiente, eso no nos libera.
Recordar solamente que fuimos liberados de Egipto tampoco es el objetivo. Salimos de la esclavitud para recibir la Tora y poder elegir entre el bien y el mal. Libertad significa recobrar tu “yo”, ser conciente de tus actos y decisiones, aceptar la verdad y poder aprender a vivir en base a ella, a los valores judíos. Esto es poder verse como si hoy salimos de Mitzraim, de las estrecheses, ver con una visión amplia el camino de nuestros padres y maestros que nos enseñan hoy la Tora eterna.

El Templo de Jerusalem