Sucot

"Habla a los hijos de Israel y diles que el día 15 de este mes séptimo será la fiesta de los Tabernáculos celebrada a Hashem, durante siete días."(Vaikrá / Levítico  23:34)

Cada uno de nuestros moadim -celebraciones solemnes- poseen distintos planos de comprensión.
Hoy podemos aprender un poco acerca de un mensaje de vida que contiene la celebración de Sucot.
El hecho de pasar a morar en una Sucá durante una semana nos permite la oportunidad para cortar la rutina de nuestras existencias; hacer un pequeño recreo a lo que es cotidiano.
Y, ¿qué se podría conseguir con esta breve interrupción?
Quizás, que evaluemos de un modo apropiado lo que es lo normal en nuestra vida, y que precisamente por su normalidad, no sabemos (o podemos) valorarlo.
Quizás nos brinda la ocasión para que apreciemos lo afortunados que somos por lo poco o mucho que nos toca disfrutar.
Es indudable que un buen número de personas reconocen y estiman lo que tenían, sólo cuando lo han perdido... pensemos por ejemplo en la salud, ¿no nos recordamos de la prevención, y de todos los procedimientos para vigorizarnos, precisamente cuando estamos enfermos?
¿No apreciamos a la persona que estaba junto a nosotros cuando ya no lo está?
Para que no valoremos a las personas o a los objetos cuando ya no están con nosotros, es que (también) Sucot nos avisa: "recuerda que la vida es efímera, y que lo que consideras imperecedero puede acabar... aprovecha el ahora para disfrutar y crecer".
Sucot además nos permite recordar que no somos lo que poseemos, ni los títulos, ni la fama... sino que vamos haciéndonos más allá de lo que materialmente y circunstancialmente nos rodea.
Podemos aprovechar la Sucá como un lugar para visitar durante una semana, o una puerta para llegar a conocernos un poco más a nosotros mismos.

El Templo de Jerusalem