¿Pecado Original?

Una de las llaves cristianas fundamentales de la doctrina cristiana utilizada por los misioneros de Jesús para los Judíos (Jews For Jesus) es el concepto de pecado original, a saber que toda la humanidad esta condena a la muerte y a la tortura eterna en el infierno debido al pecado de las dos personas originales que desobedecieron Di-s y comieron de la fruta de conocimiento del bien y del mal. La enseñanza cristina enfoca en que supuestamente Di-s maldijo eternamente a Adam HaRishón y a Hawah así como todas las generaciones futuras, pues por medio de este pecado introdujeron la muerte en el mundo.




El cristianismo cree que no hay nada que nosotros podemos hacer sobre esta herencia maldiciente. Nosotros nos condenamos en el momento de nuestro nacimiento y necesitamos un salvador para ser salvados. Como en otros de mis estudios (sobre todos los enfocados al texto del Evangelio Hebreo de Mateo de Itzjak Ibn Safrut –Shem-Tov)) he indicado la influencia pagana de diversas creencias cristianas, en este estudio utilizare la misma técnica.




a) Influencias paganas sobre la doctrina del Pecado Original.




Al igual que el cristianismo, los misterios paganos del mediterráneo tenían una doctrina sobre el “pecado original”. Patón explicaba que el alma es desterrada al interior del cuerpo humano como castigo por algún crimen antiguo que no nombraba, la cita textual dice:




“Porque algunos dicen que el cuerpo es la tumba del alma y puede pensarse que ésta se halla enterrada en nuestra vida actual. Los poetas órficos...tenían la impresión que el alma sufre el castigo del pecado hasta que se ha pagado la deuda”.




Platón, Cratilo, 400 C.




Según Empédocles, los humanos van de un lado a otro entre los cuatro elementos para expiar la culpa contraída en el mundo divino. Los misterios paganos de Grecia enseñaban que el pecado original consistía en separarse de dios, por lo que tal dios exigía el sacrificio mortal del dios hombre, o el animal al que mata, representa que en iniciado “muere” simbólicamente para la naturaleza “animal” inferior y renace en su naturaleza divina, que le une a dios y sirve para expiar su crimen original.




b) Estudio del Tanaj” sobre la doctrina del pecado original.




De acuerdo, sigamos la regla dorada del estudio de Torah: “no cite un solo texto de prueba de frase, lea la sección entera”. ¿Qué realmente pasó aquí?


Por favor leamos el capitulo 2 y 3 del libro de Berreshit (Génesis):




1 Así se completaron el cielo y la tierra, y todos sus componentes. 2 Al séptimo día Dios completó Su obra que había hecho, y cesó el séptimo día de toda Su obra que había hecho. 3 Dios bendijo al séptimo día y lo santificó, porque en él cesó toda Su obra que Dios creó para hacer. 4 Éstas son las crónicas del cielo y la tierra cuando fueron creados el día que El Eterno Dios hizo la tierra y el cielo, 5 pero todo arbusto del campo todavía no estaba en la tierra y toda hierba del campo todavía no había brotado, pues El Eterno Dios no había enviado lluvia sobre la tierra y no había nadie que trabajara el suelo. 6 Ascendió una bruma de la tierra y regó toda la superficie del suelo. 7 Y El Eterno Dios formó al hombre de polvo de la tierra y le exhaló en sus fosas nasales el alma de vida; y el hombre se transformó en un ser vivo. 8 El Eterno Dios plantó un jardín en el Edén, hacia el este, y allí colocó hombre que había formado. 9 Y El Eterno Dios hizo que brotaran de la tierra todos los árboles que eran agradables a la vista y buenos como alimento; y el Árbol de la Vida, en medio del jardín, y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. 10 Del Edén surge un río que riega el jardín, y de allí se divide y se transforma en cuatro cursos de agua. 11 El nombre del primero es Pishón, el que circunda toda la tierra de Javilá, donde está el oro. 12 El oro de esa tierra es bueno; allí hay perlas y piedra de berilio. 13 El nombre del segundo río es Gijón, el que circunda toda la tierra de Cush. 14 El nombre del tercer río es Tigris, el que fluye hacia el este de Asiria; y el cuarto río es el Éufrates. 15 El Eterno Dios tomó al hombre y lo colocó en el Jardín del Edén, para que lo trabajara y lo cuidara. 16 Y El Eterno Dios le ordenó al hombre, diciendo: «De todo árbol del jardín podrás comer; 17 pero del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, no comerás; pues el día que de él comas, ciertamente morirás». 18 El Eterno Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo; le haré una compañera que le corresponda». 19 El Eterno Dios había formado de la tierra todas las bestias del campo y todas las aves del cielo, y las había llevado ante el hombre para ver qué nombre le daba a cada una; y todo nombre que el hombre le daba a cada ser vivo, ése era su nombre. 20 Y el hombre les dio nombre a todo animal de ganado y a las aves del cielo y a todas las bestias del campo; pero en cuanto al hombre, no halló un ayudante que le correspondiera. 21 El Eterno Dios causó un profundo estado de somnolencia en el hombre, y éste se durmió; y Él tomó uno de sus costados y cerró la carne en su lugar. 22 El Eterno Dios, con el costado que había tomado del hombre, construyó una mujer y la llevó ante el hombre. 23 Y el hombre dijo: «Esta vez es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada Ishá (mujer), pues del Ish (hombre) fue tomada». 24 Por tanto, el hombre dejará a su padre y su madre y se unirá a su mujer, y se transformarán en una sola carne. 25 Ambos estaban desnudos, el hombre y su mujer, y no tenían vergüenza.
3
1 La serpiente era más astuta que cualquier otra bestia del campo que El Eterno Dios había hecho. Ella le dijo a la mujer: «¿Acaso Dios dijo No comeréis de ningún árbol del jardín?». 2 La mujer le dijo a la serpiente: «Del fruto de cualquier árbol del jardín podemos comer. 3 Del fruto del árbol que está en el centro del jardín, Dios ha dicho: No comeréis de él y no lo tocaréis, para que no muráis». 4 La serpiente le dijo a la mujer: «Ciertamente que no moriréis; 5 pues Dios sabe que el día que de él comáis, vuestros ojos se abrirán, y seréis como Dios; conocedores del bien y del mal». 6 Y la mujer percibió que el árbol era bueno como alimento, y que era un deleite para los ojos, y que el árbol era deseable como un medio para alcanzar la sabiduría, y ella tomó de su fruto y comió; y también le dio a su marido junto a ella y él comió. 7 Entonces los ojos de ambos se abrieron y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosieron una hoja de higuera y se hicieron faldillas. 8 Oyeron la voz de El Eterno Dios que andaba en el jardín en dirección hacia el anochecer (oeste); y el hombre y su mujer se escondieron de El Eterno Dios entre los árboles del jardín. 9 El Eterno Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». 10 Él dijo: «Oí Tu voz en el jardín, y tuve miedo, pues estoy desnudo, así que me escondí». 11 Y Él dijo: «¿Quién te dijo que estás desnudo? ¿Acaso comiste del árbol del que te ordené que no comieras?». 12 El hombre dijo: «La mujer que me diste para que estuviera conmigo, ella me dio del árbol y yo comí». 13 Y El Eterno Dios le dijo a la mujer: «¡¿Qué es lo que has hecho?!». La mujer dijo: «La serpiente me engañó, y yo comí». 14 Y El Eterno Dios le dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita serás entre todo animal de ganado y toda bestia del campo; sobre tu vientre irás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Pondré odio entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia. Él te golpeará la cabeza y tú le golpearás el talón». 16 A la mujer le dijo: «Aumentaré en gran medida tu sufrimiento y tu gestación; con dolor parirás a tus hijos; desearás a tu marido y él te dominará». 17 Al hombre le dijo: «Por haber hecho caso a tu esposa y haber comido del árbol acerca del cual te ordené, diciendo: De él no comerás, maldita es la tierra por tu culpa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Ella producirá espinos y abrojos para ti y comerás las hierbas del campo. 19 Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que retornes a la tierra, de la que fuiste tomado; pues tú eres polvo y al polvo retornarás». 20 El hombre llamó a su mujer Javá (Eva), pues ella era madre de todo lo viviente. 21 Y El Eterno Dios hizo para Adam (Adán) y para su esposa vestimentas de pieles, y Los vistió. 22 Y dijo El Eterno Dios: «He aquí que el hombre se ha vuelto similar a nosotros, que conoce el bien y el mal; ahora, ¡que no extienda la mano y tome también del Árbol de la Vida, y coma y viva por siempre!». 23 El Eterno Dios lo expulsó del Jardín del Edén, del que fue tomado. 24 Y al expulsar al hombre, Él colocó al este del Jardín del Edén los querubines y la llama de la espada giratoria para custodiar el camino que conduce al Árbol de la Vida.








Daniel ben Itzjakm, La Torah, Grupo Alef-Jojma, Jerusalem, Israel, 2003.














Ahora fuera de a la primera maldición, la serpiente. Veamos el verso 15, del capitulo 3 en el cual dice:




“Ve-ebah aishah benjá u’bein ha’ishah u’bein zerajá u’bein zarah hu’ yeshufjá rosh ve’atah téshufenu ákav” וְאֵיבָה אָשִׁית בֵּינְךָ וּבֵין הָאִשָּׁה וּבֵין זַרְעֲךָ וּבֵין זַרְעָהּ הוּא יְשׁוּפְךָ רֹאשׁ וְאַתָּה תְּשׁוּפֶנּוּ עָקֵב.




Claramente la maldición dirigida a la serpiente es eterna, dado esta referencia a las generaciones futuras. Y es una maldición como se indica en el verso 14 el cual dice:




Entonces le dijo Di-s el Eterno a la serpiente: “Porque hiciste eso maldita serás entre todas las bestias y todo animal del campo. Sobre tu vientre andarás y polvo comerás todos los días de tu vida.




Katznelson Moises, La Biblia Hebreo-Español, Editorial Sinai, Tel-Aviv, Israel, 1996, p. 5.




Ahora mire el decimosexto verso, la “supuesta” maldición de la mujer. ¿Usted ve la palabra “maldecir” allí en cualquier parte? No, porque no está allí. La mujer se castigó por sus actos pero no se le maldijo.




¿En cuanto a Adam (Capítulo 3, versos 17 -20). La palabra “maldecido” aparece en esta sección? Sí aparece sin embargo al mirar el pasuq 17 dice:








‘Mimenu Arura ha’adamah’
“maldita será la tierra por ti”




Más no dijo:




‘Arur atah’
‘Tu serás maldito’.




Como usted se podrá dar cuenta la diferencia es grande. Adán iba a tener dedicarse a la agricultura para poder vivir, en lo absoluto no existe ninguna maldición en la que se la haya aplicado a él directamente. No pasó. El periodo.
Así que nosotros no tenemos una maldición. ¿El castigo no era eterno? Verifique de nuevo, mi amigo. Yo he señalado la referencia a las generaciones futuras en la maldición de la serpiente. No hay ninguna referencia absolutamente a las generaciones futuras en los castigos de Adam y Hawah.




¿Esto no fue implicado de algún modo? Bien, mire algunas otras secciones. Cuando Di-s quiso decir algo para ser eterno, Él dijo para que. Mire Capítulo 17, verso 7 qué da la medida de tiempo del convenio de Di-s con Avraham:




“Y estableceré Mi Pacto contigo y tu simiente después de ti y para tu simiente después de ti.”




Katznelson Moises, La Biblia Hebreo-Español, Editorial Sinai, Tel-Aviv, Israel, 1996, p. 23.








Por lo que Di-s es absolutamente capaz de asignar un horario, incluso un horario eterno, a Sus acciones cuando Él quiso. Obviamente, un Ser Supremo que hizo la naturaleza eterna de Su bendición a través de Avraham (Cfr. Mishnah Masejet Nedarim 3:11) tan claro habría hecho la naturaleza eterna de cualquier maldición a través de Adam igualmente.




¿Pero nosotros no podemos demostrar la existencia de alguna clase de maldición eterna desde que Adam y Hawah trajeron la muerte a toda la humanidad? Mire a la declaración de Di-s de la pena de muerte” de Adam en el verso 17 : “pues polvo eres y en polvo regresaras”.




¿Así que se crearon Adam y Hawah con la vida eterna y entonces maldijeron con la muerte, eso es cierto? ¿Ciertamente su acción es la razón en la que todos nosotros debemos morirnos?




Haga mal de nuevo. Adam y Hawah nacieron mortales. Note verso 19 hace no dice: “polvo te volverás”; sino que dice: “pues polvo eres y en polvo regresaras”. En primer lugar ellos nunca tenían la vida eterna. Entonces compruebe versos 22 a través de 24. Di-s dice (probablemente a los ángeles) con respecto a Adam, eso que si él debe estirar fuera su mano y también debe tomar del árbol de vida y comer, y vivir para siempre "? había una acción que Adám no había realizado todavía en otros términos qué se requirió para Adám para tener una naturaleza eterna.
¿Y qué hizo Di-s después de esta declaración? Él manejó a Adam fuera del jardín y puso un ángel con una espada encendida guardar el árbol de vida. En otros términos, Adam nunca tenía una naturaleza inmortal para perder. Él simplemente se puso en una posición dónde su naturaleza mortal continuó.
Bastante por ahora. La línea del fondo nunca es eso había cualquier maldición de pecado original. Y no había por consiguiente no existe ninguna necesidad que alguien muera por nosotros para quitarnos una supuesta maldición. Cada uno de nosotros somos responsables sobre nuestras propias acciones y nuestra propia relación individual con Di-s.





El Templo de Jerusalem